El
Gobierno arrancó con el pie derecho esta nueva etapa de intervención cambiaria,
donde se jugará su última bala de plata para ponerle un techo al dólar y llegar
a las elecciones con una menor volatilidad.
Tras las dos primeras subastas
de USD 30 millones cada una, el billete retrocedió sesenta y cinco centavos
para cerrar a $42,64 en el promedio minorista y a $41,62 en el segmento
mayorista.
Desde el inicio de la jornada,
la oferta de divisas presionó con fuerza en el mercado, tirando la cotización
del billete a la baja. Es decir que antes de que el Tesoro comenzara a vender
los dólares recientemente girados por el FMI, la divisa ya estaba descendiendo.
Sucede que en realidad los 60
millones de dólares diarios que el Fondo autorizó a subastar mediante el Banco
Central, constituyen una cifra menor que no representa ni el 10% del volumen de
operaciones que se realizan en una rueda.
De acuerdo a los especialistas,
el desplome del tipo de cambio se produce en el marco de un período de baja
demanda, donde la venta de dólares oficiales se suma al comienzo de la
liquidación de una cosecha récord.
No obstante, la
mayoría de los analistas considera que será difícil sostener este panorama en
el tiempo, ya que a medida que se acerquen las elecciones, la demanda de
divisas se incrementará notablemente como sucede históricamente ante cada año
electoral.
Al mismo tiempo, la
vulnerabilidad macroeconómica local ya demostró que sufre de lleno los
coletazos de cualquier turbulencia internacional. Por lo que se descuenta que
ante la menor depreciación de las principales monedas emergentes, el peso
argentino será nuevamente la más castigada.
Los funcionarios
argentinos no tuvieron éxito en su misión y en consecuencia, el único mecanismo
autorizado serán estas dos subastas diarias de USD 30 millones cada una, que se
realizarán a las 12 y a las 14.45 en cada día hábil que resta del 2019.
Pero por lo
pronto, el objetivo del Gobierno es que los dólares del campo sean suficientes
para traer cierta apreciación que permita volver a un escenario de inflación a
la baja. Según el presidente Macri, en marzo se verá el pico de incremento de
precios, aunque la mayoría de las consultoras afirma que abril será todavía
peor y que recién se podrá ver una variación del IPC en torno al 2% en el
segundo semestre.