Esta mañana
trabajadores de la empresa Ecos SA se manifestaron en Lavalle al 3100 por el
despido de 30 personas. Ecos SA es una empresa tercerizada de EDET, a cargo de
la distribución de energía eléctrica en la provincia. Los trabajadores
despedidos realizaban la toma de lectura y la guardia. “Estamos mal, de un día
para el otro nos dejaron sin trabajo”, afirmó un trabajador en Radio
Bicentenario. La indignación con los despidos repentinos también se debe a que,
de acuerdo al testimonio de los trabajadores, Daniel Nicoloff (gerente de Operaciones
de EDET) les había asegurado que iban a ser trasladados para otros trabajos.
En abril de este año se había producido un conflicto por 40 despidos de
trabajadores que también estaban tercerizados. En aquella oportunidad, la misma
UOCRA decía ante la prensa que se trataban de
empresas tercerizadas que en realidad pertenecen al mismo grupo económico que
controla EDET. En aquel conflicto, la resolución vino directamente de
negociaciones directa con Nicoloff, lo que dejaba en claro que las tercerizadas
solo eran una pantalla. Eso si, los trabajadores siguieron por fuera del
convenio que les corresponde.
Es que la tercerización laboral
es una de las caras del negocio desde la privatización de los 90. Desde que el
servicio de energía eléctrica se privatizó en 1995 bajo la gobernación de
Palito Ortega, EDET montó una serie de empresas para la compra de materiales
eléctricos (Dimater), compra y mantenimiento de transformadores (Ditra), call
center para atención al cliente (Noanet) y Ecos, además de una decena de
contratistas.
Progresivamente, cada vez fue
mayor el número de tareas que comenzó a ser realizadas por trabajadores de esas
tercerizadas. Esto conllevó a que la mayoría de los trabajadores esté por fuera
del convenio de Luz y Fuerza, el de mejor remuneración. También, como se vio en
el conflicto de abril, que haya trabajadores que hace 15 años que están como
contratados.
Como señalamos, desde la
privatización, la precarización laboral es un pilar de empresas como EDET que
hacen negocios con tarifazos y subsidios a un servicio que debería ser un
derecho. Palito Ortega le otorgó a EDET la concesión por 20 años, con siete
prórrogas de 10 años cada una, es decir una concesión de 90 años, algo que fue
revalidado por Manzur en 2015.
En el testimonio de los
trabajadores, desde Ecos se afirma que los contratados serán desplazados por
trabajadores encuadrados en el gremio de Luz y Fuerza. Esto es un claro intento
de diluir la responsabilidad empresaria, tanto de la tercerizada y EDET, para
buscar un enfrentamiento entre los propios trabajadores por los puestos de
trabajos. Contra este intento de división -muchas veces fomentados por las
propias direcciones sindicales- hay que unir la pelea de los trabajadores
tercerizados con la del resto de los trabajadores del sector que están sindicalizados
en la UOCRA y Luz y Fuerza. Una pelea contra los despidos sin rebajar las
condiciones laborales, por la recategorización y por el fin de la
tercerización, planteándose una alianza con el pueblo trabajador que padece los
tarifazos y como salida de fondo la estatización de un servicio energético
unificado bajo control de los trabajadores.