YPF inició bajo la conducción de su nuevo CEO, Sergio Affronti, un proceso de discusión interna sobre cual debería ser el rumbo estratégico de la compañía, que en el macrismo diluyó el eje en Vaca Muerta y tanteo con no muy buena fortuna desde la incursión en el negocio de generación eléctrica hasta la venta de monopotines.
Se
trata de una discusión en curso, pero hay indicios que Affronti busca
volver a focalizar la compañía en el negocio petrolero, mientras lidia
con el impacto de la pandemia que derrumbó los precios y trata de
encarrilar la pesada deuda en dólares que heredó y amenaza el futuro de
YPF.
En ese marco, fuentes del mercado, confirmaron que YPF no descarta desprenderse de la central eléctrica de Ensenada de Barragán, que durante el macrismo adquirió junto a Pampa Energía, por un precio de 229 millones de dólares, que diputados kirchneristas liderados por Rodolfo Tahillade, acaban de denunciar en la justicia, por considerar que estaba por debajo de la tasación del Tribunal de Tasaciones que la valuó en 305 millones de dólares.
Sin
embargo, fuentes al tanto de la operación explicaron que la
denuncia no considera que la central arrastraba 203 millones de dólares
de deuda y requiere un inversión extra de 180 millones de dólares para
cerrar el ciclo, que ya esta en ejecución y debe completarse en un plazo
máximo de dos años.
La denuncia se suma a otra serie de señales de ruido político interno en el área energética, como la discusión sobre el aumento de los combustibles o las recientes denuncias del Enargas al Plan Gas que presentó el ministro de Desarrollo Económico y Energía, Matías Kulfas. Se suma al ruido interno la pretensión que tendría la estatal IEASA (ex ENARSA) de quedarse con la central, como parte de un plan de empezar a dotar a esa empresa energética, hoy poco más que un sello que se dedica a la importación de gas, de activos reales.
Como
sea, la operación de venta de Barragán a Pampa Energía permitiría a YPF
hacerse de un efectivo nada despreciable en un momento que enfrenta
fuertes vencimientos de deuda y al mismo tiempo liberarse de compromisos
pesados de inversión, por fuera de su negocio madre.
Fuente: LPO