La compañía seguirá siendo un productor de ropa deportiva y artículos para la vida al aire libre, pero todas las ganancias se destinarán a las organizaciones para luchar contra la crisis climática y perseguir otros objetivos ambientales.
"En lugar de extraer valor de la naturaleza y transformarlo en riqueza para los inversores", escribió Chouinard en una carta pública, "utilizaremos la riqueza que crea Patagonia para proteger la fuente de toda riqueza".
Las acciones con derecho a voto de la empresa irán al Fideicomiso Patagonia Purpose, el cual "protegerá los valores de la empresa". Las acciones sin derecho a voto irán a Holdfast Collective, una organización sin fines de lucro que usará las ganancias de la compañía cada año para acciones ambientales.
Al decidir qué hacer con la empresa, Chouinard escribió en una carta, que ni vender la empresa y donar las ganancias ni cotizar en la bolsa parecían buenas formas de garantizar que la empresa continuara con su papel activista.
"La verdad sea dicha, no había buenas opciones disponibles", dijo. "Entonces, creamos nuestra opción", afirmó en la carta el fundador de Patagonia, la cual tituló "Ahora la Tierra es nuestro único accionista."
"Nunca quise ser un hombre de negocios", escribió. "Empecé como artesano, fabricaba material para escalar para mis amigos y para mí, y luego me dediqué a la indumentaria".
"El actual sistema capitalista consiguió sus logros a un costo enorme, incluida la creciente desigualdad y el daño ambiental no compensado a gran escala. El mundo está literalmente en llamas", declaró al respecto Charles Conn, presidente de la junta directiva de Patagonia, en un comunicado.
"Las empresas que crean el próximo modelo de capitalismo a través de un profundo compromiso con el propósito atraerán más inversiones, mejores empleados y una mayor lealtad de los clientes. Son el futuro de los negocios si queremos construir un mundo mejor, y ese futuro comienza con lo que Yvon hace ahora", prosiguió.
Chouinard, de 83 años, es un exescalador y fundó Patagonia hace casi 50 años. Desde entonces, la empresa con sede en Ventura, California, se convirtió en una corporación multimillonaria que vende suministros comercializados a los entusiastas del aire libre.
Desde el principio la compañía mantuvo un perfil dedicado a la sustentabilidad y el cuidado del planeta. En 2002, Chouinard y Patagonia fueron uno de los cofundadores de "1% for the Planet", un colectivo de corporaciones que donan el uno por ciento de sus ventas a causas ambientales.
En 2018, la compañía informó que donaría todo el dinero que obtuvo de los recortes de impuestos firmados por el entonces presidente Donald Trump a causas ambientales. Y en 2017, Patagonia se unió a una demanda que intentaba evitar que el gobierno federal redujera el tamaño de los monumentos nacionales Bears Ears y Grand Staircase-Escalante en Utah.
Holdfast Collective, la nueva organización sin fines de lucro que utilizará las ganancias de la empresa, es una 501(c)(4), un tipo de organización sin fines de lucro que puede hacer donaciones políticas. Como resultado, la familia Chouinard no recibió ninguna exención fiscal por su donación al grupo, según informó The New York Times.