Tras una larga espera, que data del 2017, cuando se sancionó la ley que permite el uso medicinal de marihuana en el país, el Gobierno nacional permitirá el cultivo en los hogares para fines terapéuticos. Además, se habilitarán las ventas en las farmacias y no descartan la posibilidad de cultivos estatales.
La noticia la dio a conocer el ministro de Salud Ginés González
García, en una reunión virtual con organizaciones cannábicas, médicos y
docentes que integran el Consejo Consultivo Honorario. Si bien se trata
de un primer borrador que se irá actualizando acorde a las necesidades
de los usuarios, la idea es poder actualizar la ley y anular la
redactada por el gobierno anterior.
Por su parte, la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, aclaró: “El rol de las organizaciones seguirá siendo clave”. Según pudo conocer LMN: “El grupo que se está organizando para actualizar la reglamentación de la ley tiene una parte científica y una parte con las ONG. Una de ellas es Cannabis Medicinal Río Negro”.
“Es un día importantísimo para demostrar que se puede gestionar de cara a la sociedad”, aseguró el ministro de Salud.
La novedad de la ley 27.350 la tiene el artículo 8, que habla de la autorización del cultivo personal y en red para usuarios, investigadores y pacientes que se registren en el Programa de Cannabis (REPROCANN)
Al tratarse de un borrador, aún no hay novedades en torno a los límites de plantas que cada cultivador podrá tener. Aunque, según dejaron entrever, los ojos no estarán puestos en la cantidad, sino en la calidad de lo que se produzca. De hecho, uno de los funcionarios que encabeza la nueva legislación, adelantó que “la idea es controlar el producto final”. Lo que habla a las claras de la intención estatal de intervenir en la producción.
Dicho punto habla también de la protección de los datos personales de aquellos usuarios que decidan plantar, para evitar cualquier tipo de persecución, amenaza o robo.
¿Esto significa que cualquiera va a
poder sembrar marihuana en sus casas? No, pero sí que existe la
posibilidad de entrar en el circuito de legalidad todos aquellos
usuarios, y cultivadores solidarios que producían desde la
clandestinidad.
Venta en farmacias
El borrador de la nueva normativa estipula, además, la venta de aceites, tinturas o cremas en algunas farmacias habilitadas. Según el escrito, aquellos pacientes que tuvieran alguna prescripción médica de uso de la planta o sus derivados, podrán comprar en farmacias los suministros que necesiten.
Además, en contraposición a la legislación macrista, se ampliarán las enfermedades que entrarán dentro del permiso. Y aunque aún no está del todo claro cuál será el límite de la extensión, el borrador amplía el artículo 3 “a las personas a las cuales se les prescriba como modalidad terapéutica el uso de la planta de cannabis y sus derivados”.
También, dentro de la intervención estatal, se garantizará la provisión gratuita para aquellas personas que no tengan obra social o cobertura privada. Lo que da las pautas de que la legislación es tomada como una problemática de Salud Nacional.
Además, según se dio a conocer en
la teleconferencia, se incentivará el cultivo estatal, con prioridad de
producción para laboratorios públicos.
Fuente: lmcipoletti.com